30 de noviembre de 2006

Poema: El Colibri

paso entre árboles húmedos,
entre ágatas talladas en verano,
camino sobre piedras verdes
donde un colibrí detiene
montañas vacilantes
en la ventana
--------------un rostro,
siempre rostro sin ojos,
sin cielo donde lanzar flechas.

El colibri pasea,
busca hormigas
con labor en los escalones,
sosteniendo plumas en la espalda,
sigo al colibrí por carruseles de óxido,
por senderos rodeados de campamentos,
plegarias encendidas a la luna
que suben llevándose el metal olvidado
en ríos ocultos
embriagados de pasado,
de iglesias bordadas en roca,
que resguardan la transparencia.

Madrid, Noviembre 2006

3 comentarios:

Eros dijo...

En la sierra que resguarda casas bordadas en roca, el colibrí juega en iglesias, embriagados de pasado,
ríos ocultos subterráneas, el colibrí baja calles y apresuro el paso....
Te gusto asi?, tiene mas fuego verdad?
Eros.....

José Antonio dijo...

Los hijos del parnaso, solo veían la forma, y trataban de armonizar con ella.
Los simbolistas en camnio veían sólo su significado.

Hoy seguimos con esa lucha, sin embargo ahora la forma queda supeditada al simbolo.

Un Saludo Eros

Eros dijo...

Hijo del Fuego...
El manicomio poético se divide en cuatro cámaras principales, cada una de las cuales corresponde a una de las cuatro subdivisiones o apartados del certamen:
1. «Aquí se llegiren los versos llatins» («Aquí se leyeron los versos en latín»)
2. «Aquí se llegiren las octavas chatalanas».
3. «Aquí se llegiren las glosas castellanas».
4. «Aquí se llegiren los romanos [ehatalansJ».
En mi comentario solo acompañe el certamen poético y la lectura de la sátira.
Aquí viu a (arcilaz. honor deis metros antichs, que per totas las edats restaren sos balsons vius.
Corregia als tals poetas y me enscnyá lo comí per hont las glosas veuria que a Saner Thomás an escrit.

(«Aquí vi a Garcilaso, honor de los metros antiguos, cuyos escudos / poemas han quedado para siempre.
Él corregía a estos poetas, y me enseñó el camino por donde yo vería las glosas escritas a la memoria de su enseñana»).
Hoy te escribiria lo siguiente:

Oh dulces Hipoerénides hermosas!
Los espinos pangeos Aprisa desnudad, y de las rosas Tejed ricas guirnaldas y trofeos
A la inmortal doña María de Zayas,
Que sin pasar a Lesbos ni a las playas Dei vasto mar Egeo
Que hoy llora el negro velo de Teseo
A safo gozará Mitilenea
Quien ver milagros de mujer desea;
Porque su ingenio, vivamente claro.
Es tan único y raro Que ella sola pudiera No sOlo pretender la verde rama Pero sola ser soi dc tu ribera
Eros....