30 de julio de 2008

Acercamiento a Tomás Segovia

Antes que nada, este no es típico post en donde se hace la reseña biográfica de un poeta consagrado, tampoco es un análisis filológico de su obra, ni tampoco es un post en donde hable de la trascendencia histórica de un poeta ni el impacto a nuestra cultura hispánica, por no decir mundial. Nada de eso hay en este post... y sí. Este post es para hablar de Tomás Segovia desde la perspectiva de un pequeño fanático, de alguien deslumbrado por el poeta y por la persona pero me adelanto, así que comenzaré desde el inicio.

Conocí a Tomás Segovia en México, en el suplemento de una revista "literaria" en la ciudad de Irapuato hace ya tiempo. El artículo era una copia de otra revista al poeta por haber ganado el entonces Premio Juan Rulfo (¿alguien se acuerda de la polémica?) otorgado por la FIL de Guadalajara. En este articulo, que aún conservo en Irapuato, Tomás habla de su experiencia como poeta, además de contar con una brevisima muestra de sus poemas. Me quedé deslumbrado por su aparente sencillez, esos delumbres juveniles cuando apenas se comienza en la vida. Posteriormente, tuve noticia de él a través de la televisión. Sí, la televisión. El canal 22 transmitió una reseña de los escritores del exilio español (aqui nació mi confusión, la revista lo pone entre los escritores mexicanos), en el cual destacaba a Segovia dentro de la segunda generación de exiliados y hablaba de sus libros (del que más recuerdo es Anagnórisis) Así, "olvidado" el asunto me encontré luego en la Casa de la Cultura de Irapuato, y en un encuentro de escritores en la ciudad de Moroleón, el nombre de Tomás Segovia en la portada de un libro: Atalía de Racine de Editorial la Rana. En ese momento no sospechaba una de los oficios más cultivados por Segovia: la traducción.

Todo este preámbulo para decir que cuando me di cuenta de que Tomás Segovia daba un recital en conocida libreria de Madrid no dudé en asistir. Ahí supe por vez primera que no importa el tiempo que pase, ni los problemas de salud que se presenten, el poeta sigue sorprendiendo por su sencillez, por esa observación en sus paseos por el parque del Oeste, por las calles de Madrid. Ese oficio cultivado en las cafeterías donde suele escribir. Y sobre todo la musicalidad de sus poemas, música de un tono suave que poco a poco nos va sumergiéndo en una atmófera irresistible, con una claridad increíble. Pero, además el poeta está en plena era digital con su blog, un sitio donde se pueden descargar las antiguas entradas. Conserva un archivo poco pesado y en Word en una sencilla página.




Mira el orden disperso y anegado.
Nada bajo la mano ya palpita
sino el calor mortal de tu caricia.

Y de pronto, en tus labios,
lo que bebe mi sed se hace verdad,
y late insofocable y nos persuade
con mortal evidencia.
(fragmento del poema II de Encarnaciones)

más en: Tomassegovia2.blogspot.com

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